Sentencia AUDIENCIA PROVINCIAL DE MADRID 8589/2002 (28/06/2002)
RESUMEN
La presente sentencia, dictada por la Audiencia Provincial de Madrid el 28 de junio de 2002, es de particular interés para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, al dirimir un procedimiento por delito de homicidio seguido contra un Agente del Cuerpo Nacional de Policía, que culminó con una Sentencia Absolutoria.
El marco fáctico se establece en una intervención policial tras la sospecha de un acto delictivo, donde el agente y su compañero iniciaron una persecución identificándose debidamente. El elemento central del caso se articula en torno a la agresión sufrida por el funcionario: uno de los individuos perseguidos, identificado como Manuel, se revolvió en dos ocasiones, blandiendo y atacando al agente con una navaja.
La situación de máximo riesgo se materializa cuando Manuel consigue derribar al policía, que cae al suelo y queda en un estado de indefensión material. El agresor se inclina sobre el agente, a una distancia crítica de apenas 15 a 30 centímetros, con la manifiesta intención de asestarle una puñalada que, según el criterio judicial, habría causado la muerte o lesiones muy graves.
Ante la inminencia de la agresión mortal y la falta de cualquier otro medio de contención o repulsa, el agente hizo uso de su arma reglamentaria, efectuando un único disparo defensivo.
FALLO
El Tribunal del Jurado declaró la inculpabilidad del agente, al estimar plenamente concurrente la Eximente Completa de Legítima Defensa (art 20.4 CP). La resolución subraya la concurrencia de una agresión ilegítima actual e inminente (la navaja dirigida a matar) y la necesidad racional del medio empleado. Se concluye que el disparo constituyó el único recurso viable para la salvaguarda de la vida del funcionario, validando la actuación de defensa proporcional en una situación de riesgo extremo.
